Pensamiento transcultural
Visité por segundo año consecutivo una universidad indígena. Cada vez que lo hago me enfrento con grandes retos, principalmente de lenguaje. Son retos que me provocan cierto desamparo: ¿cómo es posible que los códigos en el campo y en la ciudad estén tan desconectados? Digo campo no despectivamente, lo mismo con ciudad. Es solamente que mi lenguaje enredado —innecesariamente abstracto— poco tiene que ver con el ritmo pausado de poblados pequeños. Todo mi estudio, de algún modo, pierde algo de relevancia. Mi pensamiento es obsoleto a ese nivel de mundanidad (y no que la mundanidad no cuente con un pensamiento profundo). Y esto lo siento con los alumnos, con algunos por lo menos: hay dificultad en el seguimiento de ideas cuando uso términos complejos. Claramente este un asunto de mis paradigmas y mis referentes. Una invitación a revisar mis metodologías, redefinirlas en función de mi contexto.