Líneas contra la ficción instrumental
El arte documental es un antídoto (o un tratamiento) para una enfermedad crónica que he denominado “ficción instrumental”. El desarrollo del concepto tendrá que esperar mi tesis doctoral, pero imagino un aparato mundial, descentralizado, operando a distintos niveles sobre nuestro organismo, con afecciones primordialmente sobre la imaginación. El arte documental como táctica permite recuperar el compromiso para con el contexto, el flujo de la carne y de la voz, del tacto, del sentido humano en su acepción más amplia, dominio descarnado, mutilado, transmutado ya en fantasmagorías en este mundo donde la deformación parece gobernar las relaciones sociales y nuestros códigos de comunicación.