Sobre la universalidad del lenguaje a partir de una provocación

Parece ridículo que le pidan a uno explicar la tesis de doctorado de tal modo que la entienda un niño de 8 años. Si un niño entiende la tesis de doctorado, tal vez no deba ser una tesis de doctorado (sólo tal vez, porque en realidad, si logramos lo anterior tal vez la relevancia de la investigación doctoral es todavía mayor). No obstante, la provocación es por demás saludable.  Permite cuestionar profundamente los procesos pensamiento en abordaje, pero sobre todo, nos invita a recurrir a un lenguaje que tienda a lo universal. Si logramos traducir un argumento doctoral en una oración comprensible para un niño, entonces hemos alcanzado la claridad necesaria para articular un argumento poderoso.